Hace algunos días, me encontré con Pepe, un viejo amigo y compañero de andanzas en nuestra juventud. Los dos somos unos nonagenarios que hemos recorrido ya la mayor parte de los caminos que nos señaló el destino cuando hemos llegado a este planeta.
Nos sentamos en un bar, para degustar allí unas cervezas. Estando jubilados, disponemos de mucho tiempo libre para entretenernos charlando y comentando cosas de nuestro pasado. Las personas de la tercera edad disfrutamos mucho recordando nuestras vivencias, que habrán sido alegres o tristes, emocionantes o aburridas, fáciles o difíciles.
Pepe que, algunas veces se siente algo deprimido, me dijo lo siguiente:
¿Para qué nos sirve a los ancianos vivir muchos años, si la vejez ocasiona tantos problemas? ¿No sería preferible no haber nacido?
Para animarle, yo le dije :
Amigo Pepe, peor sería si hubiésemos nacido siendo unas culebras, o unos sapos, a algún otro animalejo parecido.
¿Para qué nos sirve a los ancianos vivir muchos años, si la vejez ocasiona tantos problemas? ¿No sería preferible no haber nacido?
Para animarle, yo le dije :
Amigo Pepe, peor sería si hubiésemos nacido siendo unas culebras, o unos sapos, a algún otro animalejo parecido.
---También pudimos haber nacido dotados con alas, para poder volar.
Continuamos bebiendo cervezas y "divagando" disparatadamente sobre otros temas; y Pepe me dijo lo siguiente:
--- Es posible que los humanos hayamos residido anteriormente en otra galaxia. Que nos hayamos comportado muy mal allí y nos hayan castigado a vivir actualmente en este conflictivo planeta tierra.
Esta disparatada conversación la hemos mantenido aquel día, después de haber tomado varias cervezas; una bebida que sirvió para que nos olvidásemos momentáneamente de los muchos problemas y carencias que nos afectan a las personas ancianas.
www.eliasmalvar.blogspot.com