jueves, 3 de septiembre de 2015

UNA CONVERSACION MUY INFORMAL



Hace algunos días,  me encontré con Pepe,  un viejo amigo y compañero de andanzas  en nuestra juventud.  Los dos somos unos nonagenarios que hemos recorrido  ya la mayor parte de los caminos que nos señaló el destino cuando hemos  llegado  a este planeta.

Nos sentamos en  un bar,  para degustar allí unas  cervezas.    Estando jubilados,  disponemos de mucho tiempo libre para entretenernos charlando y comentando  cosas de nuestro pasado.    Las personas de la tercera edad disfrutamos mucho recordando  nuestras vivencias,  que habrán sido alegres o tristes, emocionantes o aburridas,   fáciles o difíciles.


Pepe que, algunas veces se siente algo deprimido, me dijo lo siguiente:

¿Para qué nos sirve a los ancianos vivir muchos años, si la vejez ocasiona tantos problemas?  ¿No sería preferible no haber nacido?

Para animarle, yo le dije :
Amigo Pepe, peor sería si hubiésemos nacido siendo unas culebras, o unos sapos, a algún otro animalejo parecido.



Él me replicó:
---También pudimos haber nacido  dotados con  alas,  para poder  volar.



Continuamos  bebiendo cervezas y  "divagando"  disparatadamente sobre otros temas;   y Pepe me dijo lo siguiente:

--- Es posible que los  humanos  hayamos residido anteriormente en otra galaxia. Que nos hayamos comportado muy mal allí y nos hayan castigado a vivir actualmente en este conflictivo planeta tierra. 


Me causó mucha gracia esta ocurrencia de mi amigo.   Lo cierto es que la vida humana en el planeta tierra, a veces, se  parece a un purgatorio, o a un infierno.  

Esta disparatada conversación la hemos mantenido aquel día,  después de haber tomado varias cervezas; una bebida que sirvió para que nos olvidásemos momentáneamente  de los muchos  problemas y carencias que nos afectan a las personas ancianas.


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