REMEDIOS
CONTRA EL CORONAVIRUS.www.eliasmalvar.blogspot.com
(Actualizado el día 25 octubre-2.O21)
(Actualizado el día 25 octubre-2.O21)
Soy un nonagenario que, para curar mis dolencias, he preferido siempre las medicinas caseras, en vez de esos productos farmacéuticos que suelen producir efectos secundarios no deseables.
Nuestros gobernantes actuales también han utilizando un tratamiento "muy casero", para defendernos contra la pandemia del coronavirus: nos encerraron en nuestras casas, sin que pudiésemos salir a la calle. ¡Este, si que fue un tratamiento "casero" de verdad...!
Para curar mis dolencias, yo también suelo utilizar otro medicamento, muy curativo, que no se vende en las farmacias: soy creyente cristiano y rezo pidiéndole a Dios su apoyo cuando tengo algún problema, para que me ayude a resolverlo.
En estos momentos de sufrimiento y del agobio que nos ha ocasionado el coronavirus, yo les aconsejaría a esas personas que no son creyentes cristianos, que también ellos prueben rezar una oración, (aunque la recen a su manera), pidiéndole a quien rige las Leyes de la Naturaleza, para que nos defienda contra esta pandemia.
Estoy seguro de que Dios atenderá muy bien las plegarias de quienes nunca le han molestado haciéndole peticiones. Además, en ese espacio celeste, suelen alegrarse mucho cuando se acerca allí alguno que duda de la existencia de Dios.
Esta pandemia mundial, me hace recordar aquel relato bíblico, cuando el azufre y el fuego destruyeron las ciudades de Sodoma y Gomorra, debido a las inmoralidades que estaban cometiendo los habitantes de estas dos ciudades.
Actualmente, se están cometiendo esas mismas inmoralidades en todos los territorios del planeta tierra; y... ¡quién sabe si el castigo es esta pandemia!.
Esta pandemia mundial, me hace recordar aquel relato bíblico, cuando el azufre y el fuego destruyeron las ciudades de Sodoma y Gomorra, debido a las inmoralidades que estaban cometiendo los habitantes de estas dos ciudades.
Actualmente, se están cometiendo esas mismas inmoralidades en todos los territorios del planeta tierra; y... ¡quién sabe si el castigo es esta pandemia!.
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