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Debido a esta pandemia, ni siquiera nos acordamos de aquel equipo de fútbol que era nuestro favorito, ni de otras cosas que antes nos ilusionaban.
El coronavirus está produciendo también el enfrentamiento de los gobernantes de nuestra nación con sus oponentes políticos; y también está enfrentando a algunos "inocentes" seguidores de cada uno de estos dos bandos.
Las "honorables-señorías" que nosotros hemos elegido, dedican más tiempo a insultarse mutuamente, que a ponerse de acuerdo para consensuar una solución de los problemas que produce esta pandemia.
Aquel personaje del evangelio, Pablo de Tarso, (SAN PABLO), era un follonero muy parecido a algunos de nuestros políticos actuales, hasta que sufrió el accidente de caerse de su caballo. El golpe que se produjo en esa caída, le curó de todas sus sus manías mentales y se convirtió después en una persona sensata.
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