FALLECIÓ HACE YA 18 AÑOS.
Este inolvidable hijo mío, era un ángel que tenía sus alitas rotas, debido a la parálisis cerebral que padecía.
Su mirada inocente y cariñosa, su débil sonrisa y las pocas palabras que podía pronunciar, reflejaban la gran pureza de sus sentimientos y de su alma.
Yo pienso que, en ese misterioso "más allá", le habrán restaurado sus alitas rotas y estará volando alegremente en compañía de los demás ángeles del cielo, que serán todos ellos muy amiguitos suyos.
Yo pienso que, en ese misterioso "más allá", le habrán restaurado sus alitas rotas y estará volando alegremente en compañía de los demás ángeles del cielo, que serán todos ellos muy amiguitos suyos.
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