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La aventura de una vida humana en este planeta se inicia en el momento en que un óvulo materno fecundado consigue implantarse. Ese día se encendió la llama de nuestra vida.
Después, el Creador del Universo nos concede un permiso, que tiene fecha de caducidad, para que podamos residir durante algún tiempo en el planeta Tierra.
A bordo de este planeta, recorremos anualmente los 940 millones de kilómetros que mide su órbita alrededor del sol, a una velocidad aproximada de unos de 70.000 Km/hora.
Cuando nos caduca el permiso para continuar viajando a bordo del planeta Tierra, tendremos que apearnos, y emigraremos a un misterioso "más allá".
Los comportamientos que hayamos tenido cada uno de nosotros durante esos largos viajes que nuestro planeta realiza anualmente, recorriendo su órbita solar, llevándonos a nosotros a bordo, esos comportamientos nos resultarán favorables, o desfavorables, cuando los analicen y valoren en ese "más allá" tan misterioso.
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