COMENTARIO DEL
"ABUELO-ELÍAS"
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Ese pandémico año 2.020, ha terminado ya de desgranar sus últimos días. Representará para cada uno de nosotros una página desagradable de la historia de nuestras vidas. Un conjunto de recuerdos de nuestro pasado.
Ese pandémico año 2.020, ha terminado ya de desgranar sus últimos días. Representará para cada uno de nosotros una página desagradable de la historia de nuestras vidas. Un conjunto de recuerdos de nuestro pasado.
Nuestro recuerdo principal será el de la pandemia del coronavirus.
La plaga del coronavirus me hace recordar aquel relato de la Biblia: "Dios envió una lluvia de fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra, para castigar los desmanes morales que estaban cometiendo los habitantes de aquellas dos ciudades".
Actualmente, se estaban cometiendo esos mismos peligrosos desmanes en la mayor parte de los territorios de este planeta. Estoy pensando si, en esta ocasión, el castigo consistió en enviarnos esta pandemia.
Ya hemos dejado aparcado en las páginas de la historia a este pandémico año.
Estamos iniciando un nuevo viaje, a bordo de nuestro planeta tierra, que invertirá otros 365 días en recorrer su órbita alrededor del sol. ¿Continuaremos castigados durante este nuevo año, luchando contra ese maligno enemigo coronaviruario?
Estamos iniciando un nuevo viaje, a bordo de nuestro planeta tierra, que invertirá otros 365 días en recorrer su órbita alrededor del sol. ¿Continuaremos castigados durante este nuevo año, luchando contra ese maligno enemigo coronaviruario?
No todos los que hemos iniciado este nuevo viaje anual estamos seguros de que conseguiremos completar su recorrido. Corremos el riesgo de encontrarnos con la muerte durante el trayecto.
Los creyentes cristianos tenemos la esperanza de que, al apearnos de este vehículo terrestre, nuestro espíritu emigrará a otro mundo muy diferente y mejor. Ojalá que los sufrimientos de esta pandemia sirvan de penitencia, para que se nos perdonen los malos comportamientos que hayamos tenido.
Otros, que no son creyentes, pensarán que, después de su muerte, solamente les espera ser un alimento para los gusanos en los nichos de un cementerio.
Si fuese así...., ¿qué valor ha tenido haber nacido humanos y dotados de un alma superior y racional, si esa alma terminase descomponiéndose juntamente con el cuerpo?
Si fuese así...., ¿qué valor ha tenido haber nacido humanos y dotados de un alma superior y racional, si esa alma terminase descomponiéndose juntamente con el cuerpo?
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