lunes, 12 de septiembre de 2022

METÁFORA DE LA VIDA HUMANA

 


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Las personas humanas nos parecemos, metafóricamente, al conductor de un  automóvil. 
El vehículo que conducimos es: nuestro cuerpo.

 Nuestro cuerpo puede estar físicamente sano y muy  robusto, o encontrase  débil y enfermizo.  Puede ser un vehículo de alta gama, o que se le parezca a un pequeño coche utilitario.  También puede tener algunos mecanismos que no funcionan bien, o  que estén  ya muy viejos y desgastados.

Pero, si la mente es una buena conductora, su vehículo corporal circulará correctamente por los caminos de este mundo; aunque el  motor  y otros  elementos de tracción tengan algún  problema, o  si los trayectos que recorre tienen curvas  y baches peligrosos.

La mente que conduce nuestro vehículo corporal, está obligada a  cumplir  las ordenanzas que señala un  "reglamento de tráfico"  que  le fue dictado a Moisés en el Monte Sinaí:  tiene diez capítulos. 

Su incumplimiento será sancionado con unas multas que  tendrán que pagarse después de que hayamos realizado  nuestro último viaje en el planeta tierra.

POSTDATA:

Reconozco que yo soy un "conductor" mediocre,  de mi vehículo corporal; a pesar de que me han enseñado ese oficio en una muy buena  "autoescuela" franciscana,   en aquel colegio franciscano que existió en Herbón.

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3 comentarios:

  1. Tu buena escuela franciscana se refleja en tu vida. Saludos.

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  2. Si que está bien aplicado y explicado, pues se entiende bien la alegoria. Enhorabuena y sigue pensando que me agrada y expresa la filosofía de tu vida. SUERTE

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