DOS DAMAS
DE ELCHE:
La ilicitana Rosamary Navarrete Boix publicó en Facebook una muy vieja fotografía en la que estamos su padre y yo.
Fuera realizada hace ya setenta años en la localidad oscense de Sallent de Gállego.
Para agradecérselo, también yo publico hoy aquí una foto en la que está ella en compañía de la famosa estatuilla de la Dama de Elche.
Fuera realizada hace ya setenta años en la localidad oscense de Sallent de Gállego.
Para agradecérselo, también yo publico hoy aquí una foto en la que está ella en compañía de la famosa estatuilla de la Dama de Elche.
(Rosamary es la más guapa de las dos).
Esa foto mía, con su padre, que ella ha publicado en Facebook, es la siguiente:
En aquella ya tan lejana fecha, su padre y yo éramos empleados de una empresa que construyó todo el complejo hidroeléctrico que existe en esa zona del Pirineo Aragonés.
¡Qué veloz y fugaz ha pasado el tiempo desde aquellos años de nuestra juventud!.
El padre de Rosamary, mi gran amigo Alfonso Navarrete Rodenas, fue después un importante distribuidor de calzados en la ciudad de Elche. Se casó allí y, de su matrimonio, nació ella, otra hermana y también otro hijo.
¡Qué veloz y fugaz ha pasado el tiempo desde aquellos años de nuestra juventud!.
El padre de Rosamary, mi gran amigo Alfonso Navarrete Rodenas, fue después un importante distribuidor de calzados en la ciudad de Elche. Se casó allí y, de su matrimonio, nació ella, otra hermana y también otro hijo.
Yo continué trabajando, en el ramo de la construcción, en varias obras situadas en diferentes zonas de la Península Ibérica.
El mucho tiempo que transcurrió después de nuestra estancia en Sallent y los diferentes caminos que Alfonso y yo hemos recorrido posteriormente, no fueron obstáculo para que continuásemos manteniendo después una gran amistad y una muy frecuente comunicación entre los dos.
Mi buen amigo Alfonso Navarrete ha fallecido, hace dos años.
Pero, la gran amistad que nos unió, continúa aún muy activa entre sus descendientes y los míos. Nos comportamos como si fuésemos familiares muy cercanos y solemos reencontrarnos personalmente, en Elche, o en Galicia, principalmente en las fechas vacacionales del verano.
¿Quién podría imaginar que aquella tan buena amistad que se inició en Sallent de Gállego, hace ya setenta años, entre un muchacho andaluz muy joven y otro joven muchacho gallego, tendría un recorrido tan largo, tan interesante y emotivo?.
Querido Elías, somos muy afortunados de todo lo que ayudaste aquel chaval de 17 años, en todos los trejemanejes en los que se enrollaba, te queremos infinito, y la amistad sigue con tu hijo, con tu nuera y tus nietas para siempre.. besos desde ELCHE
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